Diálogo Mental 1

[El resto de una conversación en mi cabeza]

Yo: No te lo puedo explicar.
Tú: Todo se puede explicar...
Yo: ¿Tú cree?
Tú: Sip, solo hace falta un corazón que vibre a tu frecuencia.
Yo: ¿Y cómo se consigue eso?
Tú: Con el amor.
Yo: ¿Y el amor verdaderamente existe?
Tú: Claro.
Yo: ¿Cómo se siente? ¿Dónde se consigue?
Tú: No es cuestión de buscarlo; el amor te encuentra a tí.
Te llega.
En arrebatos de pasión, en lluvias de estrellas fugaces.
En miradas intensas y perdidas al otro lado de la habitación. En murmullos que se mimetizan con los sonidos de fondo.
En caricias timidas, en sonrisas cálidas.
En palabras que parecen no existir; en ideas que sólo tú entiendes su significado.
En la música de tu cabeza, en la ropa de tu cama, en el cuerpo que acompaña el tuyo.
En la risa que resuena en tu memoria y alegra tu día.
En el resplandor del sol.
En una botella al fondo del mar.
En tu corazón.
El amor existe y se encuentra en todos los lados.

Yo: ¿Vale la pena?
Tú: Más que nada en este mundo.
Yo: Más que nada en este mundo...

*Agradecimientos especiales a Oliver Ortega por inspirar este post e iniciar la ida en una.

[La otra parte:
Se siente como un huracán, como el éxito. Se siente como haber encontrado un tesoro. Se siente como una ola de calor y un cubetazo de agua fría. Como un derrumbe, como la unica luz dentro de tí. Como una verdad absoluta e indiscutible. Se siente como una furia. Se siente como tú decidas sentirlo. Se siente como dejarse llevar de la brisa sin tener un destino predeterminado.]

Tiziana A. B*